sábado, 18 de febrero de 2012

Érase una vez en un día de San Valentín...

Y mirá que yo le había avisado que a la noche no podía porque al día siguiente me iba de vacaciones. Pero se ve que cada uno entiende lo que le place. Tuvimos que organizar algún plan chotito alternativo y tuvo que cancelar lo que prometía ser "La Gran Sorpresa" que me tenía preparada para San Valentín. Él siempre tan atento y calculador.

Mr Perfecto era (es?) el pretendiente ideal según las madres. Va con sus ojos claros y su ética seductora por la vida, conquistando damas con joditas histéricas. Y debo admitir que así me cachó a mi.. pese a que hubo resistencia de ambas partes por ser una relación "no apropiada" -según sus propias palabras, no ves que es un aparato?-.

Ya desde la salida anterior las cosas estaban tiradas de los pelos. Una de las virtudes que tengo por naturaleza y fui desarrollando a fuerza de fracasos y decepciones es la percepción. Cuando todo se esta por pudrir yo lo huelo. No significa que pueda modificarlo, nono, esa virtud todavia no la adquiero. Sólo se que la cosa se va a la mierda y es inevitable.

"Bueno gordo, que hacemos mañana entonces? Si querés podemos ir a almorzar a algún lado para aprovechar bien el dia" Tonta. Estúpida. Pelotuda.

"Mejor a las 3, almuerzo en lo de mi viejo y blah blah blah.. y a las 6 tengo que estar en la facu" Sabía que me intuición no fallaba.

Me había roto las pelotas con que cada uno le tenía hacer al otro un regalo pensado especialmente. Se negó juguetonamente a detallarme sus necesidades y gustos, alimentó mis expectativas sobre su regalo y lo dejó todo a mi criterio. "Bueno" pensé, "esto puede ser divertido".
Al día siguiente el genio se apareció en la puerta de mi casa con.. charán charán!!.... que suenen las trompetas.. UN RAMO DE FLORES!! Ahh bueeeh. Yo no te puedo creer. No lo hubieses pensado tanto. Qué vendehumo sos.

Pero a quién mierda le importa, me trajo flores, carajo!! Se las agradecí con cierta emoción y empezamos nuestro recorrido hasta el Sturbucks donde íbamos a tomar algo.

Una vez ahí, elegimos que comer. La decoración de globitos rojos con forma de corazón me sube el animo. Cierto, es San Valentín. El cajero tiene una vincha onda carnaval, con dos resortes con corazones a sus extremos. Pero que buena onda loco! Que genios son estos pibes. Mi emoción no dura mucho y mis ratones son bajados de un ondazo. Estos fueron algunos de los diálogos bajadores:


Mr P: "Acá te arrancan la cabeza"
Yo: "Pagamos a medias.. o vamos a otro lugar sino :)"
Mr P: "Nono, no hay problema"


Mr P: "Estoy cansado, tendría que estar en la facu a las 6. Le voy a mandar un mensaje a un amigo para encontrarnos antes y tomarnos un café, me va a servir para despertarme un poco"


Mr P: "El día se San Valentín es puramente comercial. Se hacen la guita con cosas así"


(Pasando por al lado del parque, viendo todas las parejas haciendo pic nics)
Mr P: "Es todo re ridiculo, re hippie. Irse al parque con la lona"
Y yo.. que secretamente anhelaba una tarde apoyados contra un árbol, acariciando su pelo, arañando su nuca.. intercambiando besitos en los ojos y haciéndonos cosquillas, me fumé sus comentarios en pipa.


Lo sé, San Valentín le pegó mal. Debo admitir que nunca fue tan grosero como aquella vez.

Estamos volviendo, y parece que no todo está perdido. En un momento se despierta de su siesta mental y me dice: "Tengo una sorpresa, te voy a llevar a un lugar" Ueeeeeeppaaaa! Gracias Dios. Un poco de espíritu Sanvalentinero para la ocasión. Aunque sabíamos que no habría sexo por el momento. "Te voy a llevar al lugar en el que estaría si no estuviera acá con vos". Qué bien le sale hacerse el misterioso.

Llegamos. No voy a describir la situación porque no admite análisis alguno. Directamente lo voy a decir y cada uno saca sus conclusiones: La cancha de basquet era el lugar. Sin palabras. Qué linda sorpresa amor, gracias.

Ahora sí, volvemos. ¿Que pasa que en toda la salida no me dió besos? Parece que le molestara ir de la mano conmigo. Como si estuvieramos gritandole al mundo que nos vamos a casar y "estamos enamorados". Sé cuanto le disgustan las etiquetas y los protocolos formales. Sé de sus traumas de San Valentin. Sé que no hay lugar para mí hasta que la olvide a ella.

Estamos por llegar a mi casa. ¿Hacia falta que yo lo agarre, lo arrastre hasta la pared y lo mate? Digo, no? Todavía no entendía que carajo le pasaba. Y quería que las cosas vuelvan a la normalidad. Quería sus brazos protectores y sus manos escurridizas deseosas de tocarme.

Mejor salí de acá. Prefiero la distancia a los besos pastosos en modo automático que me acabas de dar. ¿Dónde está tu cabeza?

"Bueno, vamos?", haciéndose el apurado.

Sólo quedaba una cosa por hacer antes de que termine la salida de 2 horas, 15 minutos. Realmente dudé de darle su regalo. Al margen de que no lo merecía, me la había re jugado eligiéndolo. Se suponía que tenia que ser un regalo piola.

"Ah, y antes que me olvide.. Tomá tu regalo"

"Gracias, que es?"

"Adiviná! :)"

(sintiendo el papel) "Un anillo?"

Esperen. Juro que puedo explicarlo. El chabón tenía un anillo que le re gustaba y me contó que una amiga se lo había perdido y por eso se iba a comprar otro. La onda era reponer el anillo. No era una alianza. No le pedí matrimonio ni nada. Era un anillo con una guardita copada. Qué se yo.. tenía onda.

"Ajám, para reponer el que se te perdio"

"Gracias :)" (momento incómodo de mierda)

"Si no te gusta o no va con tu estilo lo podés cambiar con la garantía que viene en el sobrecito, no me enojo ni nada"

"Ah, bueno, tengo que ver cómo me queda al dedo" (andate a la reconcha de tu madre)

"Ya te tenés que ir?"

"Si, ya se me hizo tarde en realidad, me tengo que apurar porque antes tengo que pasar por casa"

"Dale, te voy a extrañar"

"No es tanto tiempo, son 10 días nada más" (mala onda)

"Bueno, cuidate, te quiero"

"Y yo te quiero a vos"

Beso final.



Y ese fue el último beso.

2 comentarios:

  1. Que se meta el cariño en el ortoooo.
    Eh, digo. Interesante historia.

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  2. Si to historia es condice con la realidad, el chabón entraría en la etiqueta de típico banana. Ahora, me da intriga saber desde cuándo se conocían, si hoy siguen saliendo. Creo que si era yo ese del relato, hubieses hecho un gran avance regalándome un anillo. ¿Y flores? Qué hijo de puta, jaja.

    Todo un tema San Valentín (que se vaya a la concha de su madre).

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