martes, 28 de febrero de 2012

Día del bailarín


Para todos aquellos que simplemente amamos danzar, que conocemos el placer inmenso de hacer arte con nuestro cuerpo, aún sabiendo el sacrificio que conlleva, que es mucha entrega y no da nada seguro a cambio. Teniendo conciencia de que el cuerpo es frágil, que no vamos a bailar por siempre, y sin embargo tenemos hambre de seguir aprendiendo todo lo que la vida nos lo permita, porque en verdad vale la pena vivir así. A todos aquellos que encontramos en el baile una forma de expresarnos, de ser nosotros mismos. Y sobre todo, a quienes tengamos algo que decir, un punto de vista... ganas de vivir según nuestras pasiones, compartirlo y transmitirlo...
A todos nosotros... Felíz Día del Bailarín ♥

viernes, 24 de febrero de 2012

Historia conocida


De vuelta me sorprendo a mí misma observando a la gente pasar desde el interior de una alcantarilla. Ahí viene la pregunta obligada: ¿Cómo haces para meterte en esos lugares?. Lo que casi nadie sabe es que es mucho mas amplio de lo que en verdad parece. Entramos cómodamente yo y mis vergüenzas. Ni bien llego se me cuelgan del cuello, están felices de verme otra vez, sé que odian que me ausente por largos períodos de tiempo. Cada una tiene un altar, les canto y les llevo flores para que se sientan a gusto y no se alboroten. Que yo sepa soy la única persona que habita estos lugares, asique me atrevo a decir que este es mi dominio. Por lo general es bastante entretenido recorrerlo. Hay pasadizos por todos lados y nunca sabés dónde desembocan. Con un buen plano podrías aparecer en sitios soñados, mirar para arriba y espiar desde allí. Interesante, no? Lo único malo es que cada vez que llueve se inunda, se pudren mis muebles y termino mojada y sucia. Se me arrugan los dedos y se me pone la piel de gallina por el frío. Hubo veces que casi me ahogo y tuve que pegar la boca contra alguna rejilla para poder respirar. Para colmo tardo en secarme y me enfermo. Sinceramente acá abajo huele bastante mal, obvio que con el tiempo te acostumbrás. Admito parte de mi culpa por ser vaga y descuidada, pero mas allá de eso, las condiciones del lugar no ayudan. Apenas entra aire, mucho menos hay luz. No sé dónde dejo las cosas, se extravían objetos y alimentos que acaban por descomponerse, se forman piletas de agua estancada con su propio ecosistema. El olor es hediondo, por algo los desagües suelen estar tapados. Tiene mucho sentido no? Después de todo, a quién más se le ocurriría habitar una alcantarilla?

miércoles, 22 de febrero de 2012

Mi debut

El teatro era de cuarta. Así nomás te lo digo. El piso era irregular y la primera coreo la bailábamos descalzas, no girábamos ni en chiste. Pero fue demasiada magia, tanto que nose si lo puedo explicar con palabras. Creo que esos momentos tienen algo único que solo lo puede sentir el protagonista de la historia. Todos somos protagonistas de lo que nos pasa. En este caso, esa era yo.

El día empezó ya aceleradito. Tenía que comprarme una redecilla para hacerme un rodete para la coreografía de theater jazz, unas tetas autoadhesivas, maquillaje adecuado, invisibles, etc... Todo a último momento. Ja, que raro.
A las 3 tenia turno en la peluquería para hacerme un "peinado de princesa" para que me vuelen los pelos al viento. "Asi están bien los rulos o te los marco un poquito mas?", "Yyyy.. dale un poco mas por las dudas, porque bailo a las 8, y van a ir cediendo", "Buenísimo, dale". Ooohh dios, los peluqueros hablan otro idioma. "Naturales, ondas con movimiento" le había pedido. Me llenó la cabeza de spray, peló la buclera a 200 grados y me dejo los rulos bien tomados y acartonados, como por la altura del hombro. Estoy como para hacer una propaganda de cereales, no era la idea. Le pague y salí corriendo a encontrarme con mi colega que me estaba esperando en la parada del bondi. Llegué tarde, obvio.
Teníamos que estar en el teatro a las siete. Ante la desesperación, me empiezo a maquillar ahí nomás. La gente me mira y me chupa un huevo lo que piensen. Mi amiga me tiene el espejo, una genia. ¿Qué carajos pasa que el colectivo no viene? Por esas casualidades de la vida justo se estaba desviando y había que caminar tres cuadras que eran tiempo valiosísimo hasta la otra parada. Una señora mayor un poco malhumorada nos pregunta "Dónde es la parada?", "Acá a tres cuadras, dando la vuelta", "Ah, vas para allá? Me puedo tomar de tu brazo?" Ya está. Cagamos. Nuestro sentido de la moral es demasiado fuerte como para dejar a esta viejecita mala onda caminando con dificultad tres cuadras. Pasaron 25 minutos interminables y tres colectivos hasta que llegamos a la parada.
Okey, relajación. No tiene sentido amargarse. No puedo hacer nada estando ya arriba del colectivo, sólo estirarme estos rulos de caracterización de dama antigua para acto escolar. Estamos encaminadas. Intento no maquinar mucho, pero es que se puto giro no me va a salir. Y sé que no me va a salir, porque hasta ahora nunca salió. En ese momento de la coreo es cuando todas nos reacomodamos y yo quedo adelante de todo, en el medio del escenario, haciendo mi giro fallido. Con las luces apuntándome, y mi profesora queriéndome matar. No sé que voy a hacer. Para colmo soy atea, no puedo rezarle a ningún dios. No tengo ningún mambo espiritualista para invocar la sabiduría de buda, encontrar mi energía zen o algo por el estilo. Se me está revolviendo el estómago. Sólo comí dos panes en todo el día. Cuando estoy nerviosa se me cierra el estómago y no hay forma de que la comida pase. No vayas a vomitar. Me corrijo: vomitá ahora o no vomites en toda la función.

Al fin en los camarines. Colegas que entran y salen solicitando sombra negra, ofreciendo brillito de labios, elogiando peinados, ayudando, compartiendo nervios y expectativas. Ya estamos listas, estamos elongando un poco. Para colmo abrimos nosotras la función. Se cruzan preguntas como "Y? cuánto falta?", "Falta, todavía no se lleno la sala", "Nono chicas, miren que salimos en 5", "Qué hora es?". En eso viene la directora y con una sola frase me paraliza el corazón: "Vayan subiendo que ya empieza".
La concha, no se ve casi nada en el escenario. Todavía hay algunas bailarinas de otros actos repasando posiciones y marcando pasos por última vez. Nosotras nos vamos ubicando para cuando empiece. "La formación es un desastre. Se están tapando. Fulana, correte mas para tu izquierda. Mengana, mirá donde está tu compañera y mirá donde estás vos. En que filaba estabas? chicas porfavor!! dónde te puse yo?? Ah! y porqué te corriste entonces!?" la profesora es una pila de nervios también. Se podrán arreglar cosillas, pero básicamente ya estamos jugadas..

Entiendo que es un momento sensacional en mi vida. Siempre imaginé esto como algo imposible. Era un maravilloso sueño y hoy es mi realidad. Me abrazo fuerte con una compañera. Qué nervios, no se qué hacer para tranquilizarme. Estoy muy emocionada. Ya casi salimos. Estamos de espaldas al público y detrás de ese telón hay cientos de personas esperándonos. Siento toda la fuerza de quienes me apoyan. Todo el poder que me da estar en este preciso momento, en este teatro, con mis compañeras al lado, a punto de demostrar todo lo que crecí. Se abre el telón. Se prenden las luces.. Disfrutalo.. Disfrutalo..


sábado, 18 de febrero de 2012

Érase una vez en un día de San Valentín...

Y mirá que yo le había avisado que a la noche no podía porque al día siguiente me iba de vacaciones. Pero se ve que cada uno entiende lo que le place. Tuvimos que organizar algún plan chotito alternativo y tuvo que cancelar lo que prometía ser "La Gran Sorpresa" que me tenía preparada para San Valentín. Él siempre tan atento y calculador.

Mr Perfecto era (es?) el pretendiente ideal según las madres. Va con sus ojos claros y su ética seductora por la vida, conquistando damas con joditas histéricas. Y debo admitir que así me cachó a mi.. pese a que hubo resistencia de ambas partes por ser una relación "no apropiada" -según sus propias palabras, no ves que es un aparato?-.

Ya desde la salida anterior las cosas estaban tiradas de los pelos. Una de las virtudes que tengo por naturaleza y fui desarrollando a fuerza de fracasos y decepciones es la percepción. Cuando todo se esta por pudrir yo lo huelo. No significa que pueda modificarlo, nono, esa virtud todavia no la adquiero. Sólo se que la cosa se va a la mierda y es inevitable.

"Bueno gordo, que hacemos mañana entonces? Si querés podemos ir a almorzar a algún lado para aprovechar bien el dia" Tonta. Estúpida. Pelotuda.

"Mejor a las 3, almuerzo en lo de mi viejo y blah blah blah.. y a las 6 tengo que estar en la facu" Sabía que me intuición no fallaba.

Me había roto las pelotas con que cada uno le tenía hacer al otro un regalo pensado especialmente. Se negó juguetonamente a detallarme sus necesidades y gustos, alimentó mis expectativas sobre su regalo y lo dejó todo a mi criterio. "Bueno" pensé, "esto puede ser divertido".
Al día siguiente el genio se apareció en la puerta de mi casa con.. charán charán!!.... que suenen las trompetas.. UN RAMO DE FLORES!! Ahh bueeeh. Yo no te puedo creer. No lo hubieses pensado tanto. Qué vendehumo sos.

Pero a quién mierda le importa, me trajo flores, carajo!! Se las agradecí con cierta emoción y empezamos nuestro recorrido hasta el Sturbucks donde íbamos a tomar algo.

Una vez ahí, elegimos que comer. La decoración de globitos rojos con forma de corazón me sube el animo. Cierto, es San Valentín. El cajero tiene una vincha onda carnaval, con dos resortes con corazones a sus extremos. Pero que buena onda loco! Que genios son estos pibes. Mi emoción no dura mucho y mis ratones son bajados de un ondazo. Estos fueron algunos de los diálogos bajadores:


Mr P: "Acá te arrancan la cabeza"
Yo: "Pagamos a medias.. o vamos a otro lugar sino :)"
Mr P: "Nono, no hay problema"


Mr P: "Estoy cansado, tendría que estar en la facu a las 6. Le voy a mandar un mensaje a un amigo para encontrarnos antes y tomarnos un café, me va a servir para despertarme un poco"


Mr P: "El día se San Valentín es puramente comercial. Se hacen la guita con cosas así"


(Pasando por al lado del parque, viendo todas las parejas haciendo pic nics)
Mr P: "Es todo re ridiculo, re hippie. Irse al parque con la lona"
Y yo.. que secretamente anhelaba una tarde apoyados contra un árbol, acariciando su pelo, arañando su nuca.. intercambiando besitos en los ojos y haciéndonos cosquillas, me fumé sus comentarios en pipa.


Lo sé, San Valentín le pegó mal. Debo admitir que nunca fue tan grosero como aquella vez.

Estamos volviendo, y parece que no todo está perdido. En un momento se despierta de su siesta mental y me dice: "Tengo una sorpresa, te voy a llevar a un lugar" Ueeeeeeppaaaa! Gracias Dios. Un poco de espíritu Sanvalentinero para la ocasión. Aunque sabíamos que no habría sexo por el momento. "Te voy a llevar al lugar en el que estaría si no estuviera acá con vos". Qué bien le sale hacerse el misterioso.

Llegamos. No voy a describir la situación porque no admite análisis alguno. Directamente lo voy a decir y cada uno saca sus conclusiones: La cancha de basquet era el lugar. Sin palabras. Qué linda sorpresa amor, gracias.

Ahora sí, volvemos. ¿Que pasa que en toda la salida no me dió besos? Parece que le molestara ir de la mano conmigo. Como si estuvieramos gritandole al mundo que nos vamos a casar y "estamos enamorados". Sé cuanto le disgustan las etiquetas y los protocolos formales. Sé de sus traumas de San Valentin. Sé que no hay lugar para mí hasta que la olvide a ella.

Estamos por llegar a mi casa. ¿Hacia falta que yo lo agarre, lo arrastre hasta la pared y lo mate? Digo, no? Todavía no entendía que carajo le pasaba. Y quería que las cosas vuelvan a la normalidad. Quería sus brazos protectores y sus manos escurridizas deseosas de tocarme.

Mejor salí de acá. Prefiero la distancia a los besos pastosos en modo automático que me acabas de dar. ¿Dónde está tu cabeza?

"Bueno, vamos?", haciéndose el apurado.

Sólo quedaba una cosa por hacer antes de que termine la salida de 2 horas, 15 minutos. Realmente dudé de darle su regalo. Al margen de que no lo merecía, me la había re jugado eligiéndolo. Se suponía que tenia que ser un regalo piola.

"Ah, y antes que me olvide.. Tomá tu regalo"

"Gracias, que es?"

"Adiviná! :)"

(sintiendo el papel) "Un anillo?"

Esperen. Juro que puedo explicarlo. El chabón tenía un anillo que le re gustaba y me contó que una amiga se lo había perdido y por eso se iba a comprar otro. La onda era reponer el anillo. No era una alianza. No le pedí matrimonio ni nada. Era un anillo con una guardita copada. Qué se yo.. tenía onda.

"Ajám, para reponer el que se te perdio"

"Gracias :)" (momento incómodo de mierda)

"Si no te gusta o no va con tu estilo lo podés cambiar con la garantía que viene en el sobrecito, no me enojo ni nada"

"Ah, bueno, tengo que ver cómo me queda al dedo" (andate a la reconcha de tu madre)

"Ya te tenés que ir?"

"Si, ya se me hizo tarde en realidad, me tengo que apurar porque antes tengo que pasar por casa"

"Dale, te voy a extrañar"

"No es tanto tiempo, son 10 días nada más" (mala onda)

"Bueno, cuidate, te quiero"

"Y yo te quiero a vos"

Beso final.



Y ese fue el último beso.

domingo, 12 de febrero de 2012

De faso y verdades

Mi boca es como una piscina sin agua. Se me fue toda la saliva. Juego con mi lengua rozándola en mi paladar. Percibo la diferencia de texturas entre mi lengua áspera y mi paladar cremoso, se siente extraño. En uno de esos juegos mi lengua se abre camino hacia mi cerebro, dándole un masaje aterrador. Por dios.

"Amiga vení, porque sentí algo, que, ay otra vez, es que.. si te lo explico lo vuelvo a sentir, por toda la cabeza".

Ya no tengo cuerpo. Dejé de sentirme. No existen mis piernas, ni mis brazos, ni mi panza. Solo existe mi cerebro siendo masajeado violentamente y el interior de mi pecho donde advierto que queda algo de vida.

"Abrazame, fuerte".

Es que soy un espíritu que se levantó de su carne, y en verdad necesito volver, todo esto me asusta.

Podría tratar de explicar lo que siento (o mejor dicho, mi no sentir) pero entonces aquello se intensifica, como castigándome. Además las palabras pierden sentido al contacto con el aire, y se que no se entiende lo que digo.

Ya no siento la dificultad de los tacos, porque no tengo pies, solo avanzo abrazada a mi amiga. Apoyo la cabeza sobre la suya y sus pelos en mi cara son lo único que me conecta con la realidad. Qué suerte que estas acá.

Ya volví. Basta con el drama. Todo es sugestión. Sigo caminando como antes. La mitad inferior de mi cara se ablanda como manteca caliente. Ahora son mis orejas, las amaso para despertarlas. Con mis dedos moldeo mi mandíbula, pero no vuelve a su tensión natural.

Subimos al colectivo, no quiero que se note que estoy drogada, pero no puedo soltar mi cara. Nos ubicamos un par en el sector de sillas de rueda, justo tengo una ventana al lado. Es mi oportunidad de distraerme.

Entiendo perfectamente lo que pasa a mi alrededor pero casi no me sale hablar. Mi capacidad de comunicación ha sido reducida cruelmente. Pienso con 2 millones de palabras y hablo con 50.

Cada tanto me pierdo feo y necesito tocar a alguien para volver. Ahí descubro que sólo soy sensible al tacto de los demás y a dolor autoinducido al pellizcarme o morderme un dedo.

Me agarran fuertemente un brazo a modo de experimento, dibujan con un dedo una linea sobre mi otro brazo, luego toman mi cara entre dos manos calientes. Siento en esos centímetros de piel todo mi universo. Que alivio volver a sentir, millones de gracias. Que placentero es, que tranquilizador. Quisiera que me toquen todo el cuerpo, todo el tiempo. Quisiera sentirme viva y extasiada de sensaciones.

Un rato después, llegando a destino, nos levantamos de los asientos que habíamos conseguido y la sensación de no tener cuerpo amenaza con reaparecer. A punto de bajar le digo a mi amiga:

"Lo único que te pido es que no me dejes caminar sola, porque me puedo llegar a derretir en el piso".

jueves, 9 de febrero de 2012

El arte de elongar

Lo que me pareció genial de la clase de clásico es que cuando terminamos barra y quedamos muertas, la profe nos dio como 10 minutos para elongar libremente. Algo que odiaba de clases anteriores era elongar en forma coreografiada los 3 minutos y medio que duraba la canción, dedicando 2,6 segundos a cada músculo. Y no es asi queridos, una tiene que tirarse al piso, respirar, avanzar de a poco, aguantar, elongar otra parte del cuerpo y despues volver sobre el mismo musculo.. es todo un proceso si querés mejorar, es como un ritual para mi. Es una negociación dinámica con el cuerpo en donde vos decis, "vamos un poco mas?, te dejo descanzar, pero en un rato vuelvo, confiá en mi que yo estoy respirando profundo para que te nutras de ese oxigeno precioso y te relajes, ya se que te duele, pero juntos lograremos un hermoso grand écart, gracias por el esfuerzo de hoy" (el que pensó mal tiene la mente podrida and it's not my business) y el músculo te dice "estoy trabajando por tus sueños, gracias por cuidarme, hasta acá por hoy". Se entiende? es una conversación constante, un intercambio entre la mente y el cuerpo, es estar atento a las señales del cuerpo y ser amable, exigente y considerado al mismo tiempo. Nada de avalanzarse salvajemente sobre la pierna y decir "estirate la concha de tu madre" porque ya te digo que te vas a lesionar, no vas encontrarle el disfrute y no vas a poder avanzar tanto como si lo hicieras con la dedicación que merece. No está en la naturaleza del cuerpo abrirse de piernas. Es un favor que nos está haciendo, al servicio de nuestra necesidad de expresarnos. La onda no es padecer. Todo bien con la filosofía "no pain - no gain" (sin dolor no hay ganancia) es cierto sisi, pero ya que este cuerpo es el único que tenés y el que te va a acompañar cada clase, en cada búsqueda, en cada sensación, en cada interpretación, deberiamos ser atentos con el y tratarlo con amor.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Sensaciones de novata

El insomnio y la danza no son una buena combinación. Y adivinen quien esta noche tampoco se puede dormir. Mañana tengo dos clases al hilo, primero contemporáneo y después clásico. Y me "despierto" en 2 horas. Otra noche sin dormir, vamos bien carancho!
Anteayer empecé en un nuevo instituto que es re groso. Llego al lugar en cuestión. Muchas aulas enormes, pasillos, escaleras y gente vestida de danza. Oh que placer, estoy en mi salsa. "115", acá es. Por si quedaban dudas, varias pibas sentadas en la puerta elongando, esperando a la profesora. Nadie se habla con nadie. No puedo evitar analizarlas y tratar de adivinar que tan buen nivel tienen. Se ven tranquilas, supongo que debo ser una de las pocas novatas. Llega la profesora, saluda. Parece que todas la conocen. Va a buscar la llave del candado que asegura la puerta y vuelve. "Vamos pasando" nos dice en tono amable. Que suerte que es amable, será exigente? Como desearía haber empezado a los 8 años con profesoras hiper exigentes que me hagan elongar a full y me enseñen minuciosamente cada detalle técnico de los pasos. Se empiezan a parar todas las aspirantes a bailarinas. Me levanto obedientemente y en un acto de gran torpeza estiro mi pierna justo cuando la profesora pasa por ahí, haciendo un efecto "traba". Inevitablemente, la mina trastabilla y casi se cae. "Uy perdón perdón" fue lo único que me salio decirle. Tan genia fue que se dio vuelta y me sonrió. Ya tengo mi dosis de vergüenza cubierta por el día de hoy. Yo que me las daba de delicada con mi mallita cruzada atrás y mis zapatillitas de cuero. En fin. A decir verdad, creo que me muevo mucho innecesariamente. Cuando me grabo para ver algún paso, descubro que mientras espero los tiempos de la música quiebro las manos, mis brazos de mueven como molinos de viento, me encorbo y no puedo dejar de moverme como si me estuviera meando. Debo ser una piba muy ansiosa. Loquilla, controlá tus movimientos, es un gasto de energía al pedo cuando podrías estar relajada y quietecita. El año pasado en el examen de fin de año, mientras esperábamos que se complete la mesa de profesores, estaba repasando mentalmente la secuencia de giros y me movia pa todos lados, y no me daba cuenta. Mi profe que estaba ahi me dijo "Quedate un poco quieta" jajajaj, para que vean que es cierto. Hay que empezar a tomar conciencia del cuerpo en general y no sólo cuando bailamos, porque por lo que se, le pasa a muchas personas. Nunca te dijeron, "dejá de hacer así con la pierna" o "cerrá la boca que te van a entrar moscas"?.
Como te contaba, entramos al aula. Wow, se respira arte, que genial. "Pongan las barras" pidió la mina con su voz amorosa. Al toque las aplicadas de la clase empezaron a correr barras móviles que estaban acumuladas contra la pared, de las cuales ni me había percatado por mi falta de experiencia  en salas grandes. "Las que recién empiezan se intercalan con las que están de antes". Buenísimo, me acomodo por acá. Tengo mi botellita de agua en la mano y nadie mas tiene una. Creo que la voy a dejar a un costadete para que no moleste. Empieza a marcar unas cosas, con unos nombres en francés que no entiendo ni jota (expresión mas vieja que la escarapela) pero es masomenos lo que hacía en el otro instituto. Menos mal que tengo algo de experiencia en esto. Descubro que el palo de las barras no esta atornillado a los soportes y se mueve, además parece carcomido por la humedad, se dobla y amaga de romperse. Pero qué demonios. A nadie parece importarle. Ey, concentración! profesionalismo, mente de bailarina, no cuelgues en detalles. Es un poco más difícil pero con un poco más de onda y equilibrio se puede usar. A medida que va avanzando la clase me doy cuenta que de principiantes tiene sólo el nombre. Whatever, calculo que con el tiempo nos irá explicando detalles técnicos. Al menos nos enseñó como hacer un buen jeté. Casi puedo sentir las risas del otro lado. Si loco, el jeté. (Y para los que no saben, le cuento brevemente que se empieza en plié, primero sale estirada una pierna y recién después saltas, caés en plié con la pierna que estiraste y la otra queda flexionada y suspendida, ok?). Y terminé la clase con la espalda resbalosa, empapada de cansancio, y una sensación de satisfacción mezclada con incertidumbre de no saber si la clase es para mi. La noche anterior tampoco había dormido una goma por los nervios. Llegué y me heché una siestita breve para poder dormir la noche siguiente. Todo fue joya hasta que a la noche me empezaron a doler las piernas sarpadamente y casi no podía moverme, me duró toda la noche, todo hoy, y con estas piernas mañana voy a danzar. Me empiezo a sentir una bailarina de ley.